jueves, 8 de mayo de 2025

No Te Engañes, sino Ama, Aprende a Amar y Vivirás. El Amor Trae la Paz, el Odio y la Envidia Traen la Guerra

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 2 de mayo de 2025

El Señor - No habrá futuro sin enmienda.

Lo que aún no habéis comprendido, hombres, es que la vida es un eterno presente y que lo que llamáis la nada no es el final de una vida, sino la entrada en la Vida, la Vida del Espíritu, el eterno presente en el Reino de la Voluntad Divina, el Reino de la Vida verdadera, donde el hombre aprende a trabajar el espíritu, donde aprende la grandeza del alma y donde la unión mística Conmigo, su Señor, puede conducirle a la Fuente eterna, la del Espíritu, la de Dios, Mi Padre y su Padre. De este modo, tiene que humillarse para ser elevado, y su elevación le viene dada por el Padre Todopoderoso, el Único, al que tú llamas Padre y que ¡Él es! autoridad suprema, la del Amor, el Amor que no conoces, que es don y regalo total, para hacer renacer en el hombre su divinidad de hijo de Dios y alejar de él a todos los espíritus malignos que le han habitado en la Tierra, con los que ha pactado y sigue pactando, hasta el punto de ahogar su alma en un diluvio de locuras y obscenidades, hasta el punto de perder su título de hijo de Dios, que Yo, el Hijo, le di por el don de Mi Crucifixión, ¡para que la Creación, esa criatura de Mi Padre, no se degradara, sino que fuera enderezada y salvada por Mi Sacrificio! El permiso del Padre, el don del Hijo Unigénito para salvar a toda la humanidad de los espíritus malignos que habitan en vuestras moradas y aún las acechan, porque les dais la bienvenida, les abrís la puerta de vuestro espíritu, ¡para dejar entrar la malignidad, el mal, la perdición del Diablo!

Sois perdonables porque no sabéis lo que hacéis, y por eso, hasta la última hora, el último minuto, el último segundo, podéis enmendaros y recibir del Padre el perdón, el gran Perdón, el Perdón final, que os permitirá salvaros, y por un solo sí, un solo fiat, a pesar de toda una vida de libertinaje y horrores, aún podéis salvaros.

Hijos de los hombres, venid a refugiaros en Nuestros Corazones, venid a escuchar y meditar Nuestras palabras, pues son vida, vida divina, vida de eternidad, vida de amor, vida de plenitud. La carne es pasajera, pero el espíritu es inmortal.

¿Cuántos de vosotros escucharéis Mis palabras mil veces repetidas, mil veces ignoradas y mil veces burladas? El Diablo os tienta y no lo veis; entráis en el egoísmo del hombrecillo ignorante que cree saberlo todo, ya sea por orgullo o por falta de inteligencia y de juicio. Pero la única Enseñanza, hijos, es la del Amor, porque el Amor enseña a amar y el corazón del hombre está hecho para amar y su espíritu para elevarse a las esferas eternas del Padre, donde aprende a meditar y a adorar.

Oh hombres, sabed que sois pequeños pero que estáis llamados a crecer, no en la fuerza del cuerpo, en la fuerza de la inteligencia, sino en la fuerza del corazón, en la fuerza del amor, porque sólo el amor trae la paz, sólo el amor templa, sólo el amor eleva tanto el alma como el espíritu, y que el alma y el espíritu son hija e hijo del Padre Eterno, y que por estos dos unidos sois hijos del Padre, hijos del Creador. Cada uno de vosotros sois un universo dentro del Universo, formáis parte de la Creación y habéis sido creados como todos los seres vivos; pues, si vosotros tenéis un espíritu, la planta misma tiene un espíritu, el universo tiene un espíritu, los planetas tienen un espíritu. ¿Puede el Espíritu Puro crear una sola criatura, una sola creación sin mente? Como en todo ser hay grados, en toda creación hay grados. Si el hombre es creado, la planta es creada, el planeta es creado, el universo es creado por Aquel que crea y que es el Único, el Maestro del amor, porque sin amor no puede haber Creación, no puede haber apertura al infinito.

Hijos, aprended a amar como el Padre os ha amado y como Él os ama. Aprended que toda criatura es un trozo de la imagen del Padre Eterno, que todo procede de Él, que sin Él nada puede ser, que la nada no tiene forma.

Mira el Rostro del Padre, escucha el Corazón del Hijo, y descubrirás un nuevo rostro en ti, el del amor, el amor contemplativo, el amor oblativo y el amor activo, el amor que da alas al alma y le permite volar hacia tierras eternas. Descubriréis que la contemplación es vuelo, y que las alas de la aurora están dentro de cada uno de vosotros, esperando a ser desplegadas en el gran Viento del Amor, para enseñar a la Tierra la Vida divina, que es don y entrega, y que hace que el alma se abra y vuele hacia tierras eternas.

Hijos, nacisteis para permanecer y para crecer, nacisteis para adorar y para dar gracias, nacisteis de la Voluntad del Espíritu del Padre, para que el mundo recupere la Belleza del Cielo. No hay fragancia más embriagadora que el Corazón de Mi Padre, tu Padre. Sigue Sus enseñanzas de amor y serás liberado de las mentiras del Mentiroso que, por celos, te odia y busca hundirte. Ha sido un mentiroso desde el principio, ¡y tus oídos siguen abriéndose a sus palabras de discordia y odio! Como quiere ser el Maestro, viene a engañarte. No te dejes engañar, sino ama, aprende a amar y vivirás. El amor trae la paz, el odio y la envidia traen la guerra.

Venid a la paz y la paz habitará en vosotros, y viviréis como hijos del Cielo, como hijos del Padre.

Sólo el amor os librará.

Orígenes:

➥ MensajesDuCielAChristine.fr

➥ t.Me/NoticiasEProfeciasCatolicas